Y siguiendo con el artículo de ‘La alimentación prebiótica (parte I)‘ en el que os hablaba de los alimentos ricos en fibra fermentable como alimentos prebióticos, hoy vamos a hablar de otros grupos de alimentos que también son prebióticos.
Recuerda que una microbiota en buen estado nos protege de enfermedades crónicas degenerativas, intolerancias, alergias, alteraciones del sistema nervioso y una larga lista de patologías.
Fermentados
Y empezaré por este grupo de alimentos prebióticos: los fermentados. Las verduras, las hortalizas y otros alimentos fermentados alimentan y repueblan la flora intestinal y preservan su salud de forma natural. Además, facilitan la digestión y mejoran la absorción de nutrientes, son depurativos y refuerzan el sistema inmune.
Entre los fermentados podemos destacar el chucrut, los pickles, el kimchi, el te kombucha y el kéfir de agua. No los compres enlatados o en conserva, ¡hazlos tú misma!, porque en el proceso de pasteurización se pierden muchas propiedades.
Ten en cuenta también el miso, el tempeh y la ciruela umeboshi. Y para aliñar siempre puedes optar por un buen vinagre de manzana NO PASTEURIZADO (fíjate que lo ponga en la etiqueta), que puedes encontrar en tiendas especializadas.
Polifenoles
Y luego están los alimentos ricos en polifenoles. Los polifenoles son compuestos fenólicos presentes especialmente en la fruta, los vegetales y productos derivados de las plantas como el cacao (también se incluye el chocolate negro con un contenido > 85% de cacao), el té, el aceite de oliva virgen extra, el café (sin leche ni azúcar) o el vino (siempre de buenísima calidad).
Los polifenoles son maravillosos si quieres que tu microbiota esté sana: son metabolizados por las bacterias del colon y es justamente ahí cuando nos ofrecen efectos muy positivos para nuestra salud. Aunque para aprovecharlos bien siempre es mejor comerlos cuando la flora intestinal ya está en buen estado y, por tanto, te aconsejo que empieces por los alimentos que he citado anteriormente y los del artículo de la primera parte; una vez tu flora intestinal esté mejor, puedes añadir estos alimentos para mantener y mejorar la salud bacteriana. Un poco de cada uno de ellos cada día es suficiente.
Los alimentos ricos en polifenoles son los que he citado antes y también los frutos del bosque (arándanos, frambuesas, endrinos, etc.), los cítricos, la granada y la remolacha, las uvas, las hierbas aromáticas (como el romero, el tomillo, el orégano, etc.) y las especias. Aunque, ¿sabías que no solo poseen acción prebiótica? Son unos potentísimos antioxidantes y muchos estudios científicos han constatado que también poseen cualidades antiinflamatorias, antitrombóticas, hipolipemiantes y antiagregantes plaquetarios. Por tanto, inclúyelos en tu dieta a diario.
Cómelos cada día y ¡disfruta de estos alimentos tan beneficiosos para tu flora intestinal!
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