Disfruta de los beneficios del verano

Nos encontramos de pleno en el verano, estación en la que gozamos de vacaciones, la playa, el sol… pero, además de brindarnos momentos de diversión y relajación, nos ofrece situaciones que nos aportan múltiples beneficios para nuestro organismo. Cada vez que el sol está en lo alto y que sus rayos acarician nuestra piel, sin saberlo, fabricamos vitamina D. Conviene saber que, durante los meses de verano, con una exposición solar adecuada, cada año podemos llegar a acumular hasta 10.000 Unidades Internacionales de vitamina D al día. Para tener suficiente vitamina D, es necesario tomar el sol todos los días, torso incluido, durante al menos 30 minutos. Una tasa adecuada de vitamina D (entre 50 y 65 ng/mL) ayuda a prevenir y a tratar determinados tipos de cáncer, enfermedades autoinmunes (entre ellas, la esclerosis múltiple y la diabetes de tipo 1), la depresión, las fracturas, las infecciones (gripe, resfriado), además de muchos otros problemas. Por todo ello, es importante para nuestra salud asegurarse de contar con un nivel óptimo de vitamina D. Si tenemos la opción de combinar la exposición al sol con baños en el mar, los beneficios se multiplican puesto que el agua del mar contiene 80 elementos necesarios para el buen funcionamiento del organismo humano. Beneficios agua del mar

Agua de mar

La composición del agua de mar es similar a la del plasma sanguíneo y posee numerosos elementos para la mejora de nuestro organismo. Al entrar nuestro cuerpo en contacto con ella, sentimos una relajante sensación producida por el mecanismo de ósmosis que poseen nuestras células. El agua facilita que, por medio de la absorción osmótica, el organismo recupere su equilibrio. Este proceso natural ocurre en todas las células vivas y se basa en que éstas al entrar en contacto con un medio externo no habitual (en este caso en un medio marino) se adapten a él absorbiendo algunos de sus elementos. La temperatura ideal para que se produzca este proceso de osmosis gira entre los 35º y los 37º lo cual coincide exactamente con la temperatura corporal. Esto facilita la absorción a través de la piel de los elementos contenidos en el agua, sobre todo el yodo y el sodio, produciendo una beneficiosa renovación a nivel de los tejidos y de su oxigenación. El agua de mar es ideal para conservar la salud integral por su repercusión general sobre el metabolismo y las funciones orgánicas y físicas:

  • – Tiene un efecto antialérgico sobre la piel y el aparato respiratorio
  • – Acción descontracturante
  • – Relajación del sistema nervioso (estrés, depresión, ansiedad, …)
  • – Reactivación circulatoria de los tejidosplaya
  • – Efecto antioxidante para paliar el envejecimiento de la piel
  • – Acción oxigenante a nivel celular
  • – Facilita la reconstrucción ósea
  • – Mejora del ritmo cardiaco
  • – Mejora de la función muscular
  • – Favorece crecimiento general del organismo
  • – etc…

Incluso dar paseos a orillas del mar es beneficioso puesto que el clima marino tiene unas condiciones físicas de una excepcional uniformidad, caracterizadas por una temperatura suave y una gran estabilidad higrométrica. Esto se debe a que las masas de agua son excelentes reguladoras de la temperatura y oponen gran resistencia a las variaciones atmosféricas. Esto explica la eficacia de la cura marina en las afecciones reumáticas, muy sensibles a las variaciones continentales de temperatura. Este clima marino es también muy rico en iones electronegativos, que estimulan la asimilación de vitaminas, normalizando así los componentes de la sangre, alimentando la recuperación cardiovascular e incrementando el umbral de dolor y regenerando mejor nuestros alveolos pulmonares. El aire marino es la central universal de producción de ozono natural, de contrastadas propiedades bactericidas. La presión atmosférica es máxima al borde del mar, por lo que hay una verdadera condensación de aire, que contiene la máxima cantidad de oxígeno. Así, se produce una gran oxigenación de la sangre, ideal para la recuperación de la actividad física. A pesar de la cantidad de beneficios que el sol y el mar nos brindan, es conveniente seguir una serie de recomendaciones para evitar los riesgos por exceso de calor:

  •     Elige las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde para la exposición al sol.
  •     Bebe agua de calidad con frecuencia, incluso aunque no tengas sed. Lleva siempre una botellita de agua contigo.
  •     Debes evitar los refrescos y las bebidas azucaradas. Los refrescos, por sus altas concentraciones de azúcar hacen que, en realidad, pierdas líquidos corporales además de tener otras consecuencias negativas para tu salud.
  •     Reduce o elimina el consumo de cafeína o alcohol puesto que tienen efecto deshidratante.
  •     Evita ingerir líquidos excesivamente fríos.
  •     Evita hacer ejercicio en momentos de gran calor e hidrátate abundantemente mientras lo haces.
  •     Consume alimentos frescos y naturales, y gran cantidad de frutas y verduras puesto que son ricas en agua. Las comidas deben ser ligeras.

Algunos medicamentos pueden agravar los efectos de un golpe de calor en el organismo, por provocar alteraciones en la hidratación o en la función renal. Ten cuidado con los efectos del calor si te encuentras bajo medicación. Las informaciones contenidas en este artículo se publican únicamente con fines informativos y no pueden ser consideradas como recomendaciones médicas personalizadas. No debe seguirse ningún tratamiento basándose únicamente en el contenido de este artículo, y se recomienda al lector que para cualquier asunto relacionado con su salud y bienestar, consulte con profesionales de la salud.

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